Monte Gibralfaro

Monte Gibralfaro

En este artículo hablaremos del Monte Gibralfaro, uno de los lugares más representativos de Málaga. Reconocida como paso natural hacia África, Málaga ha sido a lo largo de su historia punto de encuentro y de intercambio de culturas. Y si queremos buscar el “ombligo” telúrico y ancestral de la ciudad de Málaga, hemos de mirar hacia su Monte Gibralfaro, cuyo perfil coronado con el Castillo y la Alcazaba son la principal característica de la ciudad.

El primer asentamiento humano de importancia, Malaka, fundada por los fenicios, estuvo emplazado a los pies del monte Gibralfaro, en el espacio que hoy ocupa la Alcazaba, el mismo espacio que luego ocuparon los romanos y más tarde los árabes. La zona principal se concentraría junto al puerto, situado en la esquina occidental del actual Palacio de la Aduana, junto a la Alcazaba y Puerta Oscura, pues el mar, que hoy se encuentra tan alejado, separado por el puesto y el amplio Paseo del Parque, lamía entonces la parte baja de los actuales jardines.

Los romanos ocuparon y utilizaron la ciudad ya existente, añadiéndole algunos edificios públicos y una muralla defensiva exterior al muro fenicio. La ladera sur, con su frente marítimo dedicado a las actividades portuarias, estaba ocupada por lujosas villas.

Pero los edificios públicos y religiosos (termas, teatro, templos…) formarían parte de una ordenación dispuesta en terrazas escalonadas sobre la ladera noroccidental del monte Gibralfaro. Al pie de la colina se han encontrado los restos arqueológicos de importantes edificios públicos, entre los que destaca el teatro romano, descubierto en 1951 en las proximidades de la calle Alcazabilla, y construido en tiempos de Augusto. Frente al teatro, bajo cimientos recientemente construidos, se encuentran los restos de las Termas, que parecen extenderse bajo los jardines de Ibn Gabirol.

Vistas Monte Gibralfaro
En esta misma ladera, por encima de la ciudad, se encontraba la necrópolis, que siguió siendo lugar de enterramiento para los árabes. Y en la cima se encontrarían los templos más importantes, cuya ausencia física debemos achacar a la tradicional reutilización de los lugares sagrados en la superposición de sucesivas culturas. En numerosas fuentes árabes el nombre de Gibralfaro aparece muy citado en relación con una rábita o monasterio que hubo en su cima y con el gran cementerio existente en su ladera noroeste.

Y 2000 años más tarde de la fundación de Malaka, cuando en tiempos de Yusuf I (que reinó desde 1.333 a 1.354) se construyó el castillo por la necesidad de proteger a la ciudad del ataque de los cañones, la presencia de una mezquita en el interior de la fortaleza aún conservaba el carácter sagrado de este espacio privilegiado. Sobre esta misma mezquita fue edificada una iglesia cuando la ciudad fue conquistada por los Reyes Católicos, pero a partir de este momento el uso militar del cerro fue dominando sobre el uso sagrado, y la antigua Acrópolis dejó de existir definitivamente con el abandono de la iglesia cristiana.

Para más información: http://www.malagaturismo.com/es/recursos-turisticos/detalle/castillo-de-gibralfaro/12